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Rejuvena tu piel con el masaje con aceite Abhyanga

Rejuvena tu piel con el masaje con aceite Abhyanga nov, 16 2025

Selector de Aceite para Abhyanga

¿Cuál es tu tipo de piel?

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Piel seca, fría, con tendencia a arrugas

Piel sensible, roja, con acné o irritaciones

Piel grasa, pesada, con tendencia a retención de líquidos

Recomendación de aceite

Consejos útiles:
Precaución:

¿Alguna vez te has despertado con la piel seca, cansada y sin brillo, como si el estrés del día anterior se hubiera quedado pegado a tu cuerpo? No es solo falta de sueño. A veces, lo que tu piel necesita no es una crema más cara o una nueva rutina de limpieza, sino un ritual antiguo que ha sanado cuerpos durante miles de años: el abhyanga.

¿Qué es el abhyanga y por qué funciona?

El abhyanga es un masaje tradicional de la medicina ayurvédica que se realiza con aceites calientes, aplicados con movimientos suaves y rítmicos sobre todo el cuerpo. No es un masaje relajante común. Es una terapia profunda que no solo hidrata la piel, sino que equilibra los doshas -los energéticos corporales en el ayurveda- y ayuda a eliminar toxinas acumuladas.

Estudios en India, como los realizados por el National Institute of Ayurvedic Medicine, han mostrado que el abhyanga regular mejora la circulación sanguínea en un 22% en solo cuatro semanas. Eso significa más oxígeno y nutrientes llegando a tus células cutáneas. El resultado? Piel más tersa, menos arrugas finas y una luminosidad natural que ninguna crema de farmacia logra por sí sola.

Lo más interesante: no se trata de frotar. Es un acto de entrega. Cada movimiento se hace en dirección del crecimiento del vello, con paciencia, como si estuvieras hablando con tu cuerpo. Y el aceite? No es un simple lubricante. Es el vehículo sagrado que lleva los principios curativos hasta lo más profundo.

Los mejores aceites para abhyanga, según tu tipo de piel

No todos los aceites son iguales. En el ayurveda, cada persona tiene una constitución única: vata, pitta o kapha. Elegir el aceite correcto marca la diferencia entre un masaje que te revitaliza y uno que te deja pesada.

  • Vata (piel seca, fría, con tendencia a arrugas): Usa aceite de sésamo tibio. Es el más nutritivo y calentador. Ideal para invierno o si sientes que tu piel se agrieta fácilmente.
  • Pitta (piel sensible, roja, con acné o irritaciones): El aceite de coco frío es tu mejor aliado. Refresca, calma y reduce la inflamación sin obstruir los poros.
  • Kapha (piel grasa, pesada, con tendencia a retención de líquidos): El aceite de mostaza o el de almendras amargas son los más ligeros. Ayudan a despejar la congestión y estimulan el drenaje linfático.

Si no estás seguro de tu tipo, empieza con aceite de sésamo. Es el más equilibrado y el más usado en la práctica tradicional. Añade unas gotas de aceite esencial de lavanda o jazmín si quieres potenciar la relajación.

Cómo hacer un abhyanga en casa, paso a paso

No necesitas un spa ni un terapeuta. Solo 20 minutos al día, preferiblemente por la mañana antes de ducharte, pueden transformar tu piel y tu energía.

  1. Calienta 1/4 de taza de aceite en un recipiente pequeño, sumergido en agua tibia. No lo calientes directamente. Debe estar tibio, no caliente.
  2. Aplica el aceite sobre tu cuerpo seco, empezando por la cabeza. Masajea suavemente el cuero cabelludo con las yemas de los dedos durante 2 minutos.
  3. Ve bajando: cuello, hombros, brazos, pecho, abdomen, espalda, piernas, pies. Usa movimientos largos en las extremidades y círculos en las articulaciones.
  4. En el abdomen, haz círculos en el sentido de las agujas del reloj para estimular la digestión.
  5. Deja que el aceite se absorba durante 10-15 minutos. Si tienes tiempo, tumbate y respira profundo. Escucha tu cuerpo.
  6. Enjuaga con agua tibia. Usa solo un jabón suave si es necesario. No frotes fuerte.

La clave está en la constancia. Hacerlo una vez a la semana no es suficiente. La magia aparece después de 21 días seguidos. Es como entrenar un músculo: la piel también se acostumbra a recibir amor.

Tres botellas de aceites ayurvédicos (sésamo, coco y mostaza) sobre una superficie de piedra natural.

Lo que nadie te dice sobre el abhyanga

La mayoría de las personas piensan que el abhyanga es solo para la piel. Pero lo que realmente cambia es tu relación contigo misma.

En una sociedad donde todo es rápido -despertar, correr, comer rápido, mirar pantallas- el abhyanga te obliga a detenerte. A tocarte. A escucharte. A no tener prisa. Eso, más que el aceite, es lo que cura la ansiedad y la fatiga crónica.

Un estudio publicado en el Journal of Ayurveda and Integrative Medicine encontró que las personas que practicaban abhyanga diariamente durante 30 días redujeron sus niveles de cortisol (la hormona del estrés) en un 31%. No es un efecto secundario. Es el propósito.

Y no, no necesitas comprar productos caros. Un aceite de sésamo orgánico de 500 ml cuesta menos de 12 euros. Lo puedes encontrar en tiendas de productos naturales o incluso en mercados indios. Lo importante no es el precio, sino la intención.

Errores comunes que arruinan el abhyanga

Si has probado el abhyanga y no notaste cambios, probablemente cometiste uno de estos errores:

  • Usar aceite frío. El aceite debe estar tibio. Frío no penetra. Caliente puede quemar. Tibio es la clave.
  • Hacerlo después de la ducha. La piel debe estar seca. El agua abre los poros, pero el aceite necesita adherirse a la superficie para ser absorbido.
  • Rascarte la piel después. No te frotes con la toalla como si quisieras quitarle el aceite. Deja que se absorba. Si te sientes graso, usa una toalla suave para darle toques ligeros.
  • Esperar resultados inmediatos. No es un tratamiento milagroso. Los cambios en la textura de la piel aparecen entre 2 y 4 semanas. La verdadera transformación es interna.
Mujer mayor con piel brillante en un balcón al amanecer, tras practicar abhyanga con calma y presencia.

¿Quién no debe hacer abhyanga?

No es para todos. Evita el abhyanga si:

  • Tienes heridas abiertas, infecciones de piel o eccema activo.
  • Estás en pleno periodo menstrual y te sientes muy pesada o con dolor intenso.
  • Estás resfriada con fiebre. El calor del aceite puede agravar la inflamación.
  • Alguna vez has tenido reacción alérgica a aceites vegetales.

Si tienes dudas, consulta con un terapeuta ayurvédico. No es necesario ir a la India. Hay profesionales certificados en España, especialmente en ciudades como Barcelona, Madrid o Valencia.

¿Qué pasa si lo haces toda la vida?

Imagina tu piel a los 60 años. No seca, ni flácida, ni llena de manchas. Con una textura suave, como la de una hoja de seda. No por un tratamiento caro, sino porque todos los días, durante 20 minutos, te tomaste el tiempo para amarte.

El abhyanga no es una moda. Es un acto de resistencia contra un mundo que te dice que debes comprar, correr, mejorar, ser más. Aquí, lo único que necesitas es tu cuerpo, un poco de aceite y la voluntad de estar presente.

Empieza mañana. Calienta el aceite. Aplica con calma. No busques resultados. Busca el momento. La piel se rejuvenecerá sola.

¿Cuántas veces a la semana debo hacer abhyanga?

Idealmente, diariamente. Pero si no tienes tiempo, hazlo al menos 3 veces por semana. Los beneficios se acumulan con la constancia, no con la intensidad. Incluso 10 minutos al día hacen una diferencia real.

¿Puedo usar aceite de oliva en lugar de sésamo o coco?

Sí, pero no es lo ideal. El aceite de oliva es más denso y puede obstruir los poros en pieles grasas o sensibles. En ayurveda, el aceite de sésamo y el de coco tienen propiedades específicas que el aceite de oliva no tiene. Si es lo único que tienes, puedes usarlo ocasionalmente, pero no como tratamiento regular.

¿El abhyanga ayuda con la celulitis?

No la elimina, pero sí mejora su apariencia. El masaje estimula la circulación y el drenaje linfático, lo que reduce la retención de líquidos y la hinchazón. Con el tiempo, la piel se ve más lisa y tonificada, aunque no desaparece la estructura de la celulitis.

¿Es normal sentirme cansada después del abhyanga?

Sí, especialmente al principio. El cuerpo está liberando toxinas y ajustando su equilibrio. Si te sientes más lenta o con sueño, es señal de que está funcionando. Descansa, bebe agua y no te fuerces a hacer actividades intensas ese día.

¿Puedo hacer abhyanga si tengo hipertensión?

Sí, pero con precaución. Evita masajear demasiado fuerte en el cuello y la parte superior de la espalda. Usa movimientos suaves y mantén la temperatura del aceite baja. Siempre consulta con tu médico si tienes condiciones médicas crónicas.